lunes, 13 de julio de 2015

Desarrollo de base como herramienta de Innovación Social


 El desarrollo de base como herramienta para la Innovación Social

Por: Viviana Narváez Cerón


El sujeto de la innovación social, indiscutiblemente son las miles de personas que enfrentan diversos tipos de dificultades para satisfacer sus necesidades básicas, padeciendo una exclusión estructural, caracterizada por la falta de oportunidades para ejercer sus derechos. Según CEPAL 2008, para superar esta grave condición de exclusión, es necesario que la persona o comunidad sea sujeto activo de su propia transformación, de la lucha por su desarrollo autónomo. Ya que solo es posible constituir una ciudadanía fundada en los derechos, en la medida en que se forjen comunidades conscientes de ellos y capaces de exigirlos, consolidarlos y desarrollarlos desde una práctica personal y social responsable.

En Colombia, el Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018, define la necesidad de promover el proceso de diseño e implementación de ideas y proyectos que den solución a problemas sociales, culturales, económicos o ambientales. Sin embargo, en los últimos años se ha generado una política pública meramente asistencialista, en donde se da solución a las necesidades inmediatas, sin tener en cuenta que se trata de un fenómeno muy complejo que requiere de programas verdaderamente integrales para atender todos los componentes del sector social (salud, educación, vivienda, empleo, entre otros). Lo anterior lo afirma, el reporte hecho por el diario El Espectador en el año 2012, en el cual se realiza un análisis a la política de inclusión social del actual gobierno, donde manifiesta que ha estado orientada a focalizar subsidios a los sectores de la población que han ido quedando rezagados, a cada problema social se le ha creado una institución, perdiéndose claramente la transversalidad que por definición exigen las necesidades de la gente y, más grave aún, eliminando la coherencia que debe darse entre las diferentes estrategias. Con respecto al gasto social, Colombia —como el resto de América Latina— ha hecho un esfuerzo desde mediados de los 90 por aumentar la proporción del Producto Interno Bruto destinada a este sector (13%), pero aún está muy por debajo del promedio latinoamericano (18,9%) y finalmente, el trabajo informal va en aumento, específicamente en un 67%, según Planeación Nacional, definido como el porcentaje de ocupados que no cotizan pensiones. Lo verdaderamente importante aquí es que sí hay menos desocupados, pero gracias a que hay más informalidad en sectores donde históricamente se generó trabajo digno, industria y sector financiero. Además, en el sector agropecuario el trabajo precario sigue representando el 90,3%.

Frente a toda esta problemática social, la mayoría de las comunidades negras, indígenas y campesinas, a nivel urbano y rural de nuestro país, en pro de reponerse a las dificultades y renovar cada vez su disposición a asociarse para protegerse, están asumiendo con total firmeza y decisión un papel activo en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias, sus comunidades y sus territorios; en donde a través de la diversidad de formas organizativas se canalicen sus saberes y esfuerzos colectivos en pro de una inserción propositiva al desarrollo local, la construcción de condiciones propicias para potencializar sus iniciativas productivas, aportar a la cualificación de la educación desde su condición de integrantes de la comunidad, afianzar su derecho a la tierra y a las oportunidades económicas, sociales y políticas como mecanismo legítimo para prevenir el desplazamiento y disminuir la pobreza. Históricamente, la formación de organizaciones o grupos comunitarios ha sido una estrategia popular en el ámbito del desarrollo de forma reincidente desde la década de 1970, con un énfasis sobre el proceso participativo. Las organizaciones son organismos democráticos, están formadas por personas que se conocen entre sí o que comparten una experiencia común. Buscan mantener en esencia sus significados, principios e instituciones, generando sentido de pertenencia, la búsqueda de la distribución igualitaria del excedente producido socialmente y el rendimiento creciente del mismo, como generador de ventajas competitivas en favor de la comunidad y como accionar que gradualmente ha ido encontrando su relevancia en la interacción con los procesos de desarrollo local (Chiroque y Mutuberia, 2009, p. 153, citado por Cruz, 2012).

Teniendo en cuenta lo anterior, el reto de los innovadores sociales debe ser la creación de estrategias incluyentes que se caractericen por un movimiento de abajo hacia arriba, o mejor conocido como Desarrollo de Base, en donde los actores centrales de las intervenciones sociales, ya no sean los técnicos o asesores, sino, las comunidades, las cuales deben apropiar nuevos conceptos y nuevas estrategias para enfrentar los cambios que demandan ellas y su entorno.

La  RedEAmérica define al Desarrollo De Base, como un enfoque que produce resultados transformadores y sostenibles, que busca el fortalecimiento de las capacidades de acción colectiva de los ciudadanos más pobres, y la creación de un ambiente institucional propicio que facilite la participación de las organizaciones en la deliberación pública, de manera que puedan asumir y remontar las condiciones adversas que se les presentan. Además de generar competencias, el desarrollo de programas y proyectos con enfoque de base, permite un verdadero empoderamiento a partir de lo que se tiene, fortalece las organizaciones, propone proyectos colectivos, genera corresponsabilidad, promueve sostenibilidad, permite la expansión, genera ciudadanía y capital social y promueve la democracia.

La innovación social debe poner a las comunidades en el centro de la acción, no solo como actores generadores de demanda de innovación sino como sus gestores. El elemento diferenciador de todo esto, está caracterizado por las personas, por las iniciativas de comunidades que actúan fuera del paradigma dominante, usando sus capacidades endógenas, produciendo nuevas ideas y nuevas formas de comportamiento (Morin, citado por Múnera, 2007: 172-175) a partir del uso de sus recursos naturales, cognitivos, culturales y tecnológicos, transformando sus sistemas sociales y económicos en todas las capas de su hacer y su vivir, para la creación de nuevas capacidades o el redescubrimiento de las olvidadas, en virtud de un sujeto en acción sobre su contexto, pero también en relación “eco organizadora” (Morin, citado por Múnera, 2007: 172-175) con otros escenarios políticos y otros discursos opuestos, entre el afuera y el adentro; produciendo un efecto, una unidad entre las partes antes aisladas, como organismo democrático que desde la diferencia y la autonomía puede transferir conocimiento y producir un impacto (Cruz, 2012).

Subirats citado por Cruz, 2012, expone que los espacios participativos y las definiciones colectivas, aun siendo necesario replantearlas y fortalecerlas, son seguramente un puente para configurar nuevas maneras de resolver problemas y diferencias. Sin duda alguna es una pequeña escala a la transformación; lo que obliga a revisar los análisis de nuestras realidades para transitar por contextos que decididamente busquen posicionar a las personas como el centro del desarrollo.

Francisco Silva, Ingeniero de Desarrollo Social de la División Forestal Smurfit Kappa Cartón de Colombia S.A. en su relato al proceso de sistematización de los aprendizajes de desarrollo de base y quien es líder en el fomento de este enfoque en el departamento del Cauca, manifiesta que para que las organizaciones sociales realmente gestionen su desarrollo requieren generar una estrategia comunicativa entre las instituciones del entorno (nivel micro) y la incidencia en propósitos públicos (nivel macro). El cual, es uno de los mayores retos a enfrentar y cuya solución considera es el mismo proyecto o programa que se pretende ejecutar, como medio a través del cual se escale cualitativamente en el fortalecimiento de las organizaciones, ya que en el momento de la formulación del mismo se genera una puerta de entrada a la activa interacción con el entorno.

Textualmente en su relato manifiesta, que en todo este proceso interactivo, surgen espacios inicialmente no formales que con el transcurrir del proyecto se van formalizando, surgen propuestas de gestión en red que no necesariamente trascienden a políticas públicas, pero que resuelven asuntos que los afecta a todos, la gestión para resolverlos implica la movilización de sus juntas directivas hacia las instituciones públicas responsables y se dejan en el proyecto como resultados concretos para hacerle el seguimiento. Las organizaciones incluyen resultados tales como gestionar el nombramiento de un docente que hace falta en la institución educativa, crear un programa de manejo de residuos sólidos que reduzca los índices de contaminación de su territorio y la incidencia de enfermedades, gestionar el afirmado de una vía que se vuelve intransitable en el invierno, cualquiera de estas iniciativas implicaran una gestión pública y allí se generaran aprendizajes. La finalidad es que aprendan cómo y con quien es que deberán continuar gestionando sus propias iniciativas (Programa Fondo Nacional Colombiano, 2012).

En su relato, muestra como claro ejemplo a la Asociación Fraternal de Comunidades Negras – AFRANEC, organización que hoy día tiene una gran trayectoria en el enfoque de Desarrollo de Base y que es perteneciente al municipio de Cajibio – Cauca, esta organización que se consolido en pro de gestionar los derechos de las comunidades negras, pero que inicialmente carecía de capital de trabajo, desconocimiento de métodos administrativos, carencia de recursos para apoyar a las familias, bajos procesos productivos específicamente en  la producción de cafés especiales, bajo empoderamiento de sus integrantes que durante sus 10 años de vida institucional no había logrado generar una fuente de ingresos propia que garantizara su sostenibilidad, ni tampoco gestionar proyectos que contribuyeran a la satisfacción de necesidades básicas de la población de cerca de 10.000 familias que representan; gracias al desarrollo de proyectos de generación del ingresos y desarrollo de base acompañados por la Fundación Smurfit Cartón del Colombia, ha obtenido como grandes logros la incursión de procesos de etno educación, al haber gestionado con la Consultiva Departamental de Comunidades Negras, la Red Latino Americana de Mujeres y Unión de Organizaciones Afrocaucanas UAFROC, el nombramiento de docentes Afro y la inclusión de la cátedra de Afrocolombianidad en el pensum educativo de las instituciones educativas de población Afro. Además ejecuto, con el Fondo Nacional Colombiano - FNC de RedEAmérica durante los cuales accedieron a recursos por valor de US 82 Mil dólares procedentes de otras fuentes de financiación local y regional, lo que permitió hacer realidad el alistamiento de las 120 familias para obtener el Sello Rainforest Alliance, fortalecer el servicio de compra-venta de Café, crear un fondo de comercialización con US 16 Mil dólares y fortalecer sus vínculos con las organizaciones pares como ASPROCAFE Y ASOCARMELO e incrementar los volúmenes de café comercializados. Otro logro destacado fue la concreción de nuevas alianzas con el Comité Departamental de Cafeteros del Cauca - Gobernación de Cauca, la Gobernación y la Red Colombia verde, posicionándose en el municipio de Cajibio como una asociación gestora de proyectos de generación de ingresos y de representación de la comunidad AFRO en sus aspectos étnicos y sociales (Programa Fondo Nacional Colombiano, 2012).

Finalmente, para que el Desarrollo de Base sea una verdadera herramienta para la innovación social, se requiere empoderar no solo a directivos, asesores, sino también a los beneficiarios directos e indirectos de los proyectos. Las organizaciones tienen el reto de convocarlos, informarlos, vincularlos y hacer del proyecto un motivo para la movilización ciudadana, abrir espacios permanentes de interlocución para conocer opiniones, sugerencias, desacuerdos, hacer realidad los aportes de las instituciones participantes y aliadas, es decir, saber sobrellevar un ambiente donde hay agentes activos, observadores pasivos, lideres creando oportunidades, difundiendo su saber y su hacer, redescubriendo todas sus destrezas y habilidades. Todo lo anterior, configura un verdadero proceso de Desarrollo de Base, pues ocurre en un contexto particular con un conjunto de ciudadanos particulares, con unas instituciones determinadas de cuya interrelación se espera ocurran cambios en las personas y en el medio.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CEPAL (2008). Claves de la innovación social en América Latina y el Caribe. [ONLINE] Disponible en línea: www.cepal.org. [Visitado el 4 de abril de 2015].

Costamagna, P (2011). Innovación y Territorio. Ideas para nuevas actuaciones de las agencias de desarrollo. Trabajo presentado en Primer foro mundial de agencias de desarrollo local, Córdoba, Argentina y Poto Alegre, Brasil. Disponible en línea: http: //www.foromundialadel.org/DNP, (2014). Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018: “Prosperidad para todos”. [Visitado el 1 de abril de 2015].

Chiroque, H. Mutuberria, V (octubre 2009). Procesos de construcción de otras alternativas: desarrollo y planteamiento de la economía social comunitaria en América Latina. Revista de Economía Pública, Social, y Cooperativa, 147-163. Disponible en línea http://redalyc.uaemex.mx. [Visitado el 1 de abril de 2015].

DNP (2013). BASES CONCEPTUALES DE UNA POLITÍCA DE INNOVACIÓN SOCIAL. [ONLINE] Disponible en línea: http://www.politicadeinnovacionsocial.co. [Visitado el 1 de abril de 2015]

EL ESPECTADOR (2012). Más asistencialismo que inclusión social. [ONLINE] Disponible en línea: http://www.elespectador.com. [Visitado el 1 de abril de 2015].

Fondo Nacional Colombiano, (2012). Aprendizajes de una Experiencia de Desarrollo de Base - La Voz de las Organizaciones. 1st ed. Bogotá: Editorial Kimpres Ltda.

MARGARITA MARIA CRUZ AMAYA. (2012). Auto Organización Comunitaria para la Innovación Social y el Desarrollo Local Caso: Comuna 13, ciudad de Medellín. [ONLINE] Disponible en línea: http://repository.upb.edu.co/. [Visitado el 2 de abril de 2015].


RedEAmérica (2015). ¿QUÉ ES EL DESARROLLO DE BASE? [ONLINE] Disponible en línea: http://www.redeamerica.org/. [Visitado el 4 de abril de 2015].

¿Qué es la Innovación?

Qué es la Innovación

Por: Andrea Catalina Buenaventura


Un día me topé con un texto que decía ¿De qué hablamos cuando hablamos del  amor?, al instante pensé en cómo alguien podía atender un tema tan amplio a través de una pregunta tan corta. Me respondí cavilando en dos opciones: O el escritor no sabía la magnitud de la pregunta que tenía que resolver, o era un pretencioso que no iba a responderla.  Luego lo leí, y admiré a Raymon Caver,  porque sin dar respuestas solidas o conjeturas prematuras y/o acertadas sobre el tema, buscó la manera para dejar satisfecho al lector.

Aquí no pretendo compararme con Caver, tan solo intento aprehender de su valentía para atender en una pregunta corta otro tema no tan disímil al del amor: La innovación.


¿De qué hablamos cuando hablamos de innovación?

Parto de mi reflexión conceptual: La innovación son las diferentes formas de actuar desde el proceso empático que generan siempre impacto positivo en un ámbito del mundo.

Decir innovación es decir impacto positivo. No existe una innovación que genere impacto negativo, si lo hace, sería considerado destrucción, no innovación. La palabra innovación proviene del latín innovare, que significa “novedad” o “renovación”. Es decir es un concepto que  acude a algo nuevo, algo que antes no estaba, ya sea porque lo que generamos nunca había existido o porque ha sido transformado. Hablamos entonces de: impacto porque genera cambio, y  positivo porque genera beneficio en algún ámbito.

Así pues, la innovación vista como un agente de cambio positivo, restringe el concepto a una creación o transformación que contiene un efecto práctico. Es decir, la innovación está vinculada netamente a la acción, a la praxis. No existe una innovación sin el hacer. De ahí, que la pregunta de la innovación sea el ¿Cómo se puede? , y que la respuesta implique formas de actuar.

Hablar de innovación requiere entonces, sobrepasar el plano teórico – conceptual, y ponerlo en la forma empírica. Es por esto que no se pueden estandarizar  las definiciones, métodos y  teorías que abarcan dicho tema. Es necesario, claro está, estudiar todo sobre el panorama de la innovación, no solo para fortalecer los conocimientos, sino para poder utilizar herramientas funcionales y viables de lo que hablamos cuando hablamos de innovación.

Ahora bien, decir que la innovación es la forma de actuar cuando se responde a la pregunta ¿Cómo se puede generar impacto positivo en el mundo? puede ser contradictorio al colocar una definición que recae en el relativismo puro por incluir conceptos tan amplios. Pues, entendiendo las distintas prioridades que tiene cada ser humano  ¿Quién puede definir lo que es un impacto positivo para el mundo?
 Aquí es donde me interesa detenerme a aclarar, que con mundo me refiero a una perspectiva de vida, a una parte especifica que alguien quiera impactar.

La pregunta se puede transformar entonces en ¿Cómo se puede generar impacto positivo en ____   (mi barrio, mi trabajo, mi ciudad, el parque de al lado de mi casa, mi vecino enfermo, la persona que me disgusta, etc.)? Continuando con un sin número de posibilidades en la pregunta, donde  las sin número de respuestas son el indicio para la acción, y el acto o la forma en que se realicen cuando ya estén hechas son la innovación.

Hasta aquí tenemos entonces  la  explicación de porqué la Innovación es una forma de accionar para generar un impacto positivo en el mundo desde una esfera de interés de un individuo. Sin embargo,  como ya lo dijimos los intereses de los individuos pueden variar y ser tan disimiles como los pensamientos humanos. Propongo entonces la empatía como fuente fundamental  en el proceso innovador del impacto positivo.

El proceso empático lo entiendo como un sumario que vincula un trabajo etnográfico de conocimiento del (los) otro (s), un trabajo reflexivo sobre los medios  más que el fin y un emprendimiento colectivo con la comunidad para accionar desde fuentes abiertas en dialogo.

Para entender el proceso pondré un ejemplo: Roberto vive en un barrio con mucha delincuencia común donde ya se han detectado cuales son los jóvenes líderes de las pandillas.  Roberto como presidente de la junta de acción comunal piensa en  ¿Cómo puedo generar impacto positivo en su barrio?, la respuesta inmediata es solucionar la problemática de las pandillas. Roberto propone entonces, sacar del barrio a los jóvenes líderes de la pandilla que ya están detectados. En el hipotético caso de ser posible, los jóvenes son expulsados del barrio y  los niveles de delincuencia bajan enormemente. ¿Generó Roberto un impacto positivo en su comunidad? sí. ¿Generó  una solución innovadora? no. ¿Por qué? porque no realizó el método empático.

¿Cómo habría sido el caso con el proceso empático?

Roberto, como presidente de la junta de acción comunal piensa en  ¿Cómo puede generar impacto positivo en su barrio?, la respuesta inmediata es solucionar la problemática de las pandillas. Roberto piensa en solucionarlo desde una manera innovadora, recuerda el texto de Andrea y piensa en que tiene que tener en cuenta el método empático comenzando con un trabajo etnográfico de conocimiento del (los) otro (s). Se dispone a observar las dinámicas de las pandillas y a estudiar las estructuras familiares y sociales de los líderes. Luego hace el trabajo reflexivo sobre los medios  más que el fin. Es decir, ya sabe que su fin es transformar los líderes de las pandillas para que dejen de delinquir, y ahora se centra en los medios o el cómo va hacer posible transformarlos, para esto comienza un  emprendimiento colectivo con la comunidad para accionar desde fuentes abiertas en dialogo, citando al consejo comunal y a padres de familia para que en co-diseño, co-creación, generen propuestas de implementación.

Sea cual sea las propuestas, al estar ligadas a este proceso, desde mi perspectiva serán propuestas innovadoras, que una vez se realicen se puede catalogar como caso innovador.
Personalmente no creo que exista innovación sin ese impacto o pensamiento empático. Cabe aclarar, que no necesariamente debe ser empatía con otros humanos, sino con el medio ambiente, con los animales y hasta con las cosas.

En conclusión, lo que pretendí en este ensayo fue conceptualizar mi proceso mental de todas las clases donde reflexione la innovación social. Para esto partí de una tesis en donde afirmo que la innovación son las diferentes formas de actuar desde el proceso empático que generan siempre impacto positivo en un ámbito del mundo. Argumentándolo desde tres partes, la primera, donde explico por qué innovación implica impacto positivo, la segunda donde abarco el porqué es una forma de actuar,  y la tercera donde intento desarrollar por qué desde un proceso empático.


No creo que se pueda hablar de  “la innovación” creo que al igual que el amor, hablar de innovación es hablar de un impulso que está en todos y que cada quien lo puede utilizar a su antojo. Aquí hice un intento por compartirles el mío, nunca desde una manera determinista y generalizada, ni tal vez tan acertada como Caver; sino desde una forma romántica en la que sigo creyendo que hablar de innovación es anhelar un mundo mejor.

Ruralidad. Más allá de la garantía del acceso a la salud


Ruralidad. Más allá de la garantía del acceso a la salud

Por: Catalina Jiménez



¿Pobreza entre los pobres? Colombia y Latinoamérica.
                                                                                                
Colombia, un país que ha sufrido el conflicto armado a través de años de historia, pero tal vez no el único en el contexto latinoamericano en el que convergen situaciones de pobreza, violencia y desigualdad. Según datos de CEPAL y el informe del panorama social publicado en 2014, la tasa de pobreza en Latinoamérica  hasta el año antes de su publicación, era de 28.1% de la población, la indigencia o pobreza extrema era del 11.7% casi 165 millones de personas se encontraban en situación de pobreza y cerca de 69 millones en situación de pobreza extrema. Mientras tanto en nuestra hermosa Colombia según datos encontrados en el mismo informe casi el 30.7% equivalente a 15.172.693 personas se encontraban en situación de pobreza, y aproximadamente el 9.1% correspondiente a 4.497.443 en situación de pobreza extrema. Aunque nuestro país alcance el 0.7% en el índice de desarrollo económico casi la media para Latinoamérica, y exista una mejoría en la posición de dichos indicadores en los últimos años, siguen siendo estremecedoras las cifras.

Teniendo en cuenta que en Colombia el 94% del territorio es rural y que el 32% de la población colombiana vive allí, es necesario visualizar este  panorama de la ruralidad poco conocido o conocido limitadamente por la poca cercanía a la realidad de los centros urbanos. En la Colombia rural, persisten las situaciones de pobreza, violencia, desigualdad y exclusión social, factores que influyen en la aparición de enfermedades prevenibles, trastornos de salud mental, la mala evolución de las enfermedades crónicas, sin contar con las situaciones de emergencia que pueden amenazar la salud y que se encuentran a diario con innumerables barreras no solo geográficas, pero que de igual forma impiden el acceso a la salud de manera oportuna.

No es extraño que en algunas regiones las comunidades se sientan olvidadas y el acceso a la salud se vea afectado por el conflicto armado, así como por una gestión que no garantiza la prestación de los servicios de salud en todas las áreas rurales. En Colombia, mientras que en las ciudades, la población pobre es aproximadamente el 30% en el campo es del 65% y casi el 83% de la población rural pertenece al régimen subsidiado de salud, de los restantes una gran mayoría pertenecen al régimen vinculado.

Ahora bien ¿Sera entonces posible que exista la pobreza entre los pobres? Se podría hablar de salud en diferentes contextos económicos sociales políticos y culturales, ya que es un concepto que se ha construido a través de interpretaciones individuales y colectivas, y está determinado por las diferentes formas de enfrentarse a los procesos de salud enfermedad. Es por tanto posible enumerar cualquier cantidad de factores que se suman a los problemas de salud en las áreas rurales, entre los cuales cabe señalar: la falta de agua potable en algunas zonas, los bajos ingresos de las personas del campo, el nivel de analfabetismo y los bajos niveles educativos, la falta de inversión por parte del estado en infraestructura y  centros de atención, la falta de habilitación de plazas para los años rurales de los profesionales en salud además del desconocimiento que  las personas tienen de su derechos en salud.

El desarrollo y la innovación tecnológica en cuanto a salud ha sido notorio a través del tiempo, los avances, la infraestructura con la que cuentan algunas ciudades, hace que incluso las personas migren para acceder a servicios de salud, e incluso favorecen el surgimiento de actividades como turismo de salud,  dicho de alguna forma la “salud” se concentra en las urbes. Como afirma el director de médicos sin fronteras para Colombia en una entrevista para el país en el 2010 “Los servicios en salud no pueden manejarse en términos de densidad poblacional, hay que llevar los servicios de salud a donde así no haya una alta densidad poblacional hayan seres humanos que necesiten atención”. Según múltiples informes elaborados a base de encuestas hechas a personas que acceden a servicios de salud desde zonas rurales, se conoce que casi aproximadamente el 17% llegan a los puestos de salud  durante la primera hora y casi el 63% tardan aproximadamente entre 2 y 8 horas. Además los traslados a centros aún más especializados en las áreas urbanas y  la posibilidad de encontrar cupos en otras instituciones puede tomar más tiempo, razones por las cuales muchas personas que viven en la ruralidad pueden afirmar que un familiar suyo haya fallecido o que se haya complicado por problemas de acceso a la atención.

En cuanto al personal Sanitario.

Por otro lado, en cuanto a la demanda de profesionales preparados por  instituciones educativas privadas o públicas, en nuestro país y en Latinoamérica es posible la existencia de una alta demanda de dichos profesionales pero ¿Dónde están? ¿Acaso concentrados en las urbes? ¿Existe una tasa baja de empleabilidad para estos profesionales? ¿Cuáles son las garantías que tienen para su desarrollo profesional? En contraste a nivel mundial se encuentra una diferencia en la distribución y en la existencia de personal para la cobertura de servicios de salud.  La falta de personal de salud competente en las zonas rurales, y la retención de dicho personal  se convierte en un reto de dimensiones mayores.

La problemática de los servicios públicos de salud también afecta gravemente a las comunidades. Problemas relacionados con la escasez de personal y de centros de salud, la falta de recursos financieros, los contratos por temporadas cortas y las demoras en los pagos a los empleados tan solo son algunas de las situaciones que se encuentran a menudo. Por estas razones, no es extraño que  enfermedades o situaciones que pueden manejarse fácilmente en cualquier institución de las ciudades puede llegar a ser mortal en las zonas rurales.

En algunas zonas las situaciones de conflicto armado también amenazan la misión médica, dificultando el acceso a la salud oportuno y a tiempo. Constantes ataques y amenazas contra el personal de salud, las ambulancias o los mismos centros de atención, generan temor en los profesionales de salud que tienen que desenvolverse en estas zonas haciendo su trabajo mucho más difícil y peligroso.

Desde el año 2007 la OMS preocupada por el  acceso a la salud en zonas rurales tanto en países ricos como pobres, evaluó el tema de la escasez de personal en salud y propuso la implementación de un programa para aumentar el acceso reteniendo al personal de salud, incluso trabajando en soluciones que incluyan elementos como el establecimiento de un entorno de vida profesional y estimulante y la forma de crear oportunidades para el desarrollo profesional, además de la creación de un código de prácticas sobre la contratación internacional en salud, adicionalmente el establecimiento de un manual de seguimiento y evaluación de los recursos humanos para la salud. Pero lo que desconocemos es si realmente programas como este han tenido impacto o si realmente son estrategias que se han adoptado en países como el nuestro.

Organizaciones humanitarias.

Por otro lado es importante reconocer el trabajo de organizaciones humanitarias internacionales como Médicos Sin Fronteras, organización que en Colombia concentra sus actividades en el Pacifico, Cauca, Nariño y Caquetá, prestando servicios de atención primaria en salud para poblaciones en crisis en zonas de difícil acceso y/o afectadas por el conflicto armado, bajo un modelo de atención y de intervención que garantiza permanencia en las zonas para lograr una mayor cobertura de la población. La utilización de estrategias innovadoras para garantizar la prestación de servicios de salud alrededor del mundo generan un gran impacto en las comunidades, ejemplos como los clubes del sida en Sudáfrica que son ya alrededor de 400 con el objetivo de  acercar el tratamiento a los pacientes que tenían que recorrer distancias muy largas para acceder a los tratamientos y medicinas en las clínicas.  Su presencia independiente e impar­cial en las situaciones de crisis permite dar una asistencia in­me­diata y temporal a las personas más necesitadas. Cabe destacar de MSF el hecho de poner en primer lugar la atención en salud, la capacidad de asumir riesgos, y la forma de transmitir su mensaje a través de testimonios en las comunidades. Un equipo humano de casi 20400 profesionales combatiendo la desigualdad y la injustica social. Organizaciones como esta logran particularmente intervenir en los entornos de las comunidades  en donde algunas situaciones podrían llevar a considerar la imposibilidad de acceso y la carencia de condiciones para prestar apoyo, situaciones a las que muchos se acostumbran y se justifican en la pobreza o el desconocimiento de los medios y las acciones para intervenir.  

El Comité Internacional de la Cruz Roja y La Cruz Roja Colombiana también han hecho méritos para su reconocimiento, en el país. 2011 fue un año en el que estas dos organizaciones preocupadas por la falta de acceso a la atención en salud en las zonas rurales y los factores que convergen, ha realizado jornadas de capacitación en primeros auxilios comunitarios a más de 1000 personas en muchas zonas  del país con el fin de que las propias comunidades puedan atender las emergencias que se presentan y brindar la ayuda requerida a sus vecinos o familiares. También se han realizado innumerables esfuerzos por capacitar a los médicos y cirujanos regionales en cirugía para la guerra con apoyo del ministerio de la protección social además de cursos de manejo de heridos para miembros de grupos armados, quienes también tienen la responsabilidad de atender a los heridos tras los combates y enfrentamientos.  El CICR ha constatado con preocupación el aumento de las amenazas y ataques contra el personal de salud y la infraestructura sanitaria en distintas regiones del país y permanece en dialogo constante con las partes del conflicto para recordarles su obligación de respetar al personal de salud y la infraestructura sanitaria.

Y al final.

Ahora bien, 2015 año en el que se cumple el plazo para el cumplimiento de los objetivos del milenio, los 8 objetivos tienen consecuencias en la salud, pero todos convergen en un objetivo más amplio que es el desarrollo humano. Desarrollo humano es dar opciones a las personas, para contar con mayores posibilidades y es ahí donde realmente se encuentran enmarcados los servicios de salud. En consecuencia, mejorar las condiciones de salud de la población rural va más allá de mejorar la  atención en salud, realmente considera la necesidad de nuevos cambios económicos, políticos y sociales, que permitan superar las desigualdades en el ámbito rural. Colombia es un país mucho más rural que urbano, pero debemos cambiar la perspectiva que nos han mostrado a través de  los años de lo rural y dejar de lado la premisa de que lo  rural es sinónimo de peores condiciones de vida.

Ejemplos de innovación social en salud como los mencionados anteriormente en el caso de MSF o las intervenciones de CICR, la Cruz Roja Colombiana, las propuestas de la OMS, son importantes para el contexto nacional e internacional pero no dejan de ser insuficientes. Hacen falta trabajo y manos en esta área, siguen siendo unos pocos intentando hacer la diferencia con unos desafíos inmensos. Ponerse una bata blanca y salir a enfrentar al mundo, a la enfermedad,  garantizar salud, impregnarse de la injusticia social no es nada fácil.

Si bien es cierto, existen experiencias e iniciativas de innovación social en salud que se han compartido alrededor del mundo y que se preocupan por seguir el orden de los objetivos del milenio con relación a la atención de la salud materno infantil, salud de pueblos indígenas y comunidades multiculturales, tal vez cada uno trabajando en casos aislados en comunidades específicas pero con el panorama de la ruralidad se hace notoria la carencia de desarrollo de políticas públicas que garanticen el acceso a la salud a poblaciones aisladas, que sean realmente fuertes y que generen impacto alrededor del mundo.
Quizá este sea el momento de invitar a participar del desarrollo de nuevos modelos de innovación social en salud que puedan ser replicados y escalados a nivel mundial y que puedan llevar impreso el por ti, por mí, por todos, el para mí, para ti y para todos.



Innovación Social Subversiva

Innovación Social Subversiva
Por: Luisa Fernanda Duque



La construcción de la realidad y del conocimiento objetivo de la misma surge de la relación entre paradigmas que son completa o parcialmente excluyentes.

“La innovación social es un conjunto de soluciones innovadoras que surgen tras la identificación de las fallas o vacíos ocasionados por la interacción defectuosa de diversos sistemas de gran complejidad, como los sistemas políticos, económicos, sociales, culturales, entre otros; que se rigen bajo la lógica del paradigma imperante y que representan un riesgo para su propia sostenibilidad. Vivimos una realidad que condiciona, perpetúa y acentúa dinámicas positivas y negativas que repercuten sobre vidas y sobre las comunidades. Este contexto evidencia la necesidad de soluciones “rebeldes” para combatir las necesidades o problemas que resultan de la inercia social o de las prácticas que perpetúan modelos que restan valor para lograr transformaciones sociales[1]:”

La Innovación social se trata de “Soluciones innovadoras, nuevas o mejoradas, a los retos que enfrentan los individuos cuyas necesidades no son satisfechas por el mercado, y las cuales tienen un impacto positivo en la sociedad. Estas soluciones deben ser adoptadas a través de un proceso incluyente basado en tecnología, por beneficiarios involucrados para la definición adecuada del problema y desarrollar una solución”
(BID, 2015).

El paradigma de la innovación social representa una “amenaza” al paradigma capitalista y del desarrollo, ya que viene infiltrándose poco a poco en los varios vacíos que estos han dejado a su jurisdicción, para contrarrestar las fallas de un sistema que se niega a aceptar los obstáculos que está enfrentando y sus claros síntomas de crisis.

Debe reconocerse que el capitalismo no siempre es un proceso benigno, por el contrario, puede jugar un papel importante en la destrucción de recursos clave, reduciendo la biodiversidad del planeta y desestabilizando el clima.” (Elkington, 2012)

La innovación social pretende dar forma y fondo a las problemáticas y necesidades imperantes de la actualidad como: Desnutrición, miseria, mortalidad infantil, insalubridad, falta de cobertura de servicios básicos y elementales como el agua, mendicidad, falta de vivienda, criminalidad, exclusión educativa, contaminación e insostenibilidad del medio ambiente, terror político, analfabetismo, industrialización desproporcionada, tráfico animal, vulneración de los derechos humanos, violencia, corrupción, entre otras muchas más problemáticas que afectan la sostenibilidad social, económica, cultural y ambiental del sistema.

La revolución de la innovación social amenaza lentamente el statu quo al proponer cambiar el modelo predominante del bienestar individual por el de bienestar colectivo que conduzca al progreso social, no al económico; y cuestiona las prácticas dominantes del capitalismo como el hiperconsumismo, proponiendo en cambio, la conciencia, el consumo colaborativo y los servicios compartidos. No es raro que algunas de estas soluciones prácticas lleguen incluso a cambiar comportamientos, como ejemplo tenemos a Uber, la compañía más grande de taxis que no es propietaria de ningún taxi, y Airbnb el proveedor más grande de acomodaciones que no es propietario de una inmobiliaria (Goodwin, 2015); tampoco será extraño cuando las futuras generaciones abandonen el popular sueño de ser propietarios de casas o vehículos.

Algunas de estas soluciones prácticas llegarán incluso a cambiar o “revolucionar” comportamientos y expectativas heredadas.

El paradigma de la innovación social se cuestiona incluso la medida económica bajo la cual se interpreta el progreso de la sociedad. El Producto Interno Bruto per cápita PIB[2] no es apto para referenciar el progreso de una nación en términos del valor social que se requiere para el desarrollo, ya que éste se refiere a la creación de beneficios o reducción de costos para la sociedad[3]. El progreso de una nación se debe medir desde la noción del desempeño en salud, educación, calidad del agua, bienestar; no enfocarse exclusivamente en una herramienta que mide el desempeño económico y que no debe considerarse como lineamiento exclusivo para la toma de decisiones que excluyen una parte de la sociedad.

           
“Sabemos que el PIB es defectuoso. No tiene en cuenta el medio        ambiente,
cuenta bombas y prisiones como progreso. No puede contar con la felicidad de la comunidad, y no tiene nada que decir acerca de la equidad o la justicia. ¿Es de extrañar que nuestro mundo, marchando al ritmo de batería del PIB, se tambalea al borde del desastre ambiental, lleno de ira y conflicto?” (Michael Green, 2014)

Un grupo de importantes académicos como Michael Porter, Matthew Bishop, Darren Walker y Michael Green proponen un nuevo indicador, el Índice de Progreso Social o IPS[4] un indicador que identificará el crecimiento inclusivo sostenible (inclusive sustainable growth) y la mejora de la calidad de vida de las personas.

                                   
“Hay muchos casos de desempeño social en este mundo que no pueden explicarse a través del éxito económico, hay países con ingresos muy altos que no se están desempeñando muy bien en       progreso social y hay países de bajos recursos que sí tienen un buen desempeño en progreso social”[5] (Michael Green, 2014)”  

Esta nueva propuesta de indicador refleja el cambio de mentalidad, y medirá aspectos como necesidades básicas humanas, pilares del bienestar y oportunidad.

Sí desea conocer más sobre las dimensiones que considera el IPS en su medición visite:


Hemos pasado del Holoceno al Antropoceno, vivimos en un mundo que depende de las acciones que los seres humanos lleven a cabo:

“Ahora hay un movimiento en marcha para cambiar las coordenadas de la humanidad. En 2000 Paul Crutzen, químico atmosférico eminente, se dio cuenta de que ya no creía que estaba viviendo en el Holoceno. Él vivía en alguna otra época, otra época la cual está formada principalmente por la gente. Desde sus rastreros raspando el suelo de los mares a sus diques de apresamiento de sedimentos por la          gigatoneladas, desde su despojo de los bosques para su riego de cultivos, de sus           minas a millas de profundidad al derretimiento de los glaciares, los humanos contribuyen a una época de cambio planetario . Con un colega, Eugene Stoermer,    Dr.  Crutzen sugiere esta edad ser llamada el Antropoceno- "la reciente edad del             hombre"”.

De manera que es absolutamente necesario plantear soluciones “rebeldes”, o quizá sensatas y más humanas, gestándose en todas partes del mundo, desafiando lo institucionalizado y las costumbres dominantes. Restaurantes con menú sin precios, donde la cena se puede pagar lavando los platos o barriendo y contribuyendo al trabajo. Bancos que le apuestan a la inclusión financiera de personas de escasos recursos al eliminar barreras y requerimientos en procesos, y que de no ser por esta solución estas personas jamás podrían recurrir a realizar transacciones electrónicas. Optima utilización de los alimentos y espacios subutilizados para cocinar para personas que necesitan alimentarse y necesitan ayuda, entre muchas otras soluciones.

Estas soluciones “rebeldes y subversivas” que crean valor social, no son otra cosa que la Innovación social. Más innovaciones sociales exitosas como la microfinanciación[6] son necesarias, innovaciones que incluyan a la población menos favorecida y a la sociedad civil en su totalidad.

También es necesario contagiar de empatía y suspender los intereses individuales para descubrir que diferentes puntos de vista pueden coexistir, y deben coexistir, en un mundo diverso para formar espacios interculturales. Se requieren más empresas con propósito que apunten al impacto y a un cambio de paradigma, además de una nueva economía; empresas que se comprometan a revolucionar y reemplazar el objetivo imperante que es maximizar la rentabilidad financiera, y en lugar de esto, alineen su estrategia largoplacista a las necesidades sociales y límites ecosistémicos.

Este acto “subversivo o revolución” no la podrá realizar ningún agente por sí solo, cada actor tiene su importancia debido al grado y clase de contribución a la innovación social y por tanto al cambio social positivo. Los sectores privado, público y sociedad civil deben involucrarse y eliminar las barreras entre ellos para que fluyan “ideas, valores, roles relaciones y dinero entre estos sectores”[7]


Bibliografía

·Jessica Nazzari (2014). SIX Global Dialogue - Corporate Social Innovation. [en línea] disponible en:

http://www.socialinnovationexchange.org/global/events/six-global-dialogue-corporate-social-innovation. [Recuperado abril 4 de 2015].

·Michael Green (2014). What the Social Progress Index an reveal about your country. [en línea] disponible en:

http://www.ted.com/talks/michael_green_what_the_social_progress_index_can_reveal_about_your_country#t-488173. [Recuperado abril 4 de 2015].


·John Elkington (2012). Sustainability should not be consigned to history by Shared Value [en línea] disponible en:
http://www.theguardian.com/sustainable-business/sustainability-with-john-elkington/shared-value-john-elkington-sustainability. . [Recuperado abril 4 de 2015].

·James A. Phills Jr., Kriss Deiglmeier, & Dale T. Mille (2008). Rediscovering Social Innovation. [en línea] disponible en:

http://www.ssireview.org/articles/entry/rediscovering_social_innovation/. [Recuperado abril 4 de 2015].

·Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, Dnp, Colciencias y Anspe (2013). Memorias del Seminario Taller Los retos de la Innovación Social. [en línea] disponible en:
http://www.politicadeinnovacionsocial.co/documents/250640/254377/Los+retos+de+la+Innovaci%C3%B3n+Social+en+Colombia. [Recuperado 12 de febrero de 2015].

·Vicepresidencia de Sectores y Conocimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (2015). Corporate Social Innovations: Driving Entrepreneurship For Social Development.

·The Economist (2011). The Anthropocene: A man-made world. [EN LÍNEA] Available at: http://www.economist.com/node/18741749. [Recuperado abril 4 de 2015].





[1] Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, DNP, Colciencias y Anspe, 2013.
[2] What the Social Progress Index can reveal about your country
[3] Rediscovering Social Innovation
[4] Social Progress Index SPI

[6] Grameen Bank
[7] Rediscovering Social Innovation

El silencio de los estómagos

El Silencio de los Estómagos

Por: Carmen Elisa Giraldo

Cada cinco segundos un niño menor de diez años se muere de hambre, lo cual significa que mientras nos detenemos en el semáforo de la calle 5ª con carrera 80, habrán desaparecido 16 chicos del planeta, una realidad que a pesar de su crudeza,  no es noticia para nadie. Quizá si una sola persona con figuración y reconocimiento muriese por esta causa, su nombre, su foto y su drama aparecerían resaltados en los periódicos, las redes sociales y los noticieros de televisión, pero los números y los indicadores carecen de emoción y el hambre se convierte en un ente abstracto, un fantasma invisible. Y hay más. La ausencia permanente del aporte calórico necesario para suplir las funciones vitales, es una amenaza que no mata de manera fulminante pero degrada poco a poco la capacidad de defensa y mantiene enfermas a 920 millones de personas expuestas a  la  inseguridad alimentaria, término creado por la FAO para definir la subalimentación y desnutrición crónicas.

La desaparición de millones de mujeres, hombres y niños causada por el hambre, debería ser el mayor escándalo de nuestra época.

“Cada niño que muere de hambre en el mundo es asesinado. La masacre del hambre responde a un mecanismo criminal, que empieza por la libre especulación en bolsa con los alimentos de base (maíz, trigo y arroz), que suponen el 75 por 100 del consumo mundial”, declara Jean Ziegler  vicepresidente del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de la ONU [1. Periódico El Mundo, España, Julio  2014] En septiembre de 2000, los 191 estados miembros de las Naciones Unidas firmaron una declaración en la cual se comprometieron a trabajar en ocho
objetivos fundamentales:

·        - Erradicar la pobreza extrema y el hambre
·        - Lograr la enseñanza primaria universal
·        - Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer
·        - Reducir la mortalidad infantil
·       -  Mejorar la salud materna
·        - Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
·        - Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
·        - Fomentar una asociación mundial para el desarrollo

Los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) fueron establecidos con unas metas verificables en 2015, y de ellos cuatro tienen relación directa o indirecta con la erradicación del hambre y el mejoramiento de la nutrición.

La meta para el primer objetivo era reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre en el mundo.  La Organización Mundial de la Salud  calcula que el porcentaje de niños que presentan insuficiencia ponderal (peso por debajo del normal), se ha reducido del 25 al 15 por ciento en trece años, entre 1990 y 2013 [2]. En términos de seres humanos,  esto significa que en  2013, cerca de 99 millones de menores de cinco años fueron reportados con  insuficiencia ponderal, lo cual no debería ser motivo de orgullo para el mundo a pesar de la mejora en el indicador. Estamos hablando de  millones de niños que no comen lo que deberían  y enfrentarán la vida con desventajas intelectuales que podrían ser insubsanables.

El hambre y los niños

Padecer hambre durante  la infancia puede provocar retraso mental irreversible y una disminución significativa del coeficiente de inteligencia (CI) y de la capacidad de aprendizaje. Los efectos son trágicos para las personas, e impresionantes para los países; por ejemplo, se estima que debido a la carencia de yodo, el CI medio de la población de más de 60 países está entre 10 y 15 puntos inferior a la puntuación que podrían tener [3: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF e Iniciativa sobre Micronutrientes 2004].  La conclusión no puede ser peor: La relación entre el hambre y el aprendizaje  afecta no solamente el potencial de los niños y sus familias sino el porvenir de naciones enteras.

La malnutrición es un fenómeno estructural y se convierte en una situación crónica que pasa de padres a hijos y se mantiene a lo largo de décadas. Madres mal alimentadas no producen ni la cantidad ni la calidad de leche que sus hijos necesitan, familias que favorecen la alimentación de los varones adultos aumentan la brecha nutricional y el círculo mortal del hambre se amplía pues las consecuencias para los niños son irreversibles.

Uno de los efectos más frecuentes es la anemia, otro es la falta de vitamina A, que predispone a los chicos a la ceguera o a ser presas fáciles de enfermedades como la malaria y la rubeola. La falta de zinc produce deficiencias motoras y favorece la aparición de infecciones. Las diarreas,  que pueden ser fatales, son más violentas en los organismos carentes de zinc. La lista es larga, y una carencia conduce a la otra.  Cada año, más de tres millones de niños mueren a causa de enfermedades desencadenadas por el hambre, las mismas que serían solo una anécdota en la historia de vida de un chico bien nutrido.

¿Y en Colombia, qué?

Ante este panorama desolador, ¿cuál es la situación de Colombia?
Según informe presentado por el Presidente Santos, la pobreza disminuyó nuevamente del 2013 al 2014, al pasar del 30.6 por ciento al 28.5 por ciento, lo cual equivale a que 784 mil personas salieron de esta clasificación  el año pasado, y en cuanto a la pobreza extrema, el presidente destacó que 2 millones 570 mil personas dejaron este nivel.

“Nosotros recibimos la pobreza extrema el 7 de agosto del 2010 en 14,4 por ciento.  ¿Hoy en qué la tenemos? En 8,1 por ciento. Es una reducción muy importante. ¿Y eso en qué se traduce, cuántos colombianos dejaron de ser pobres extremos en este lapso? Dos millones 570 mil personas menos en la pobreza extrema”, afirma el presidente.

Si Colombia tiene 49 millones de habitantes, esto significa que hay casi cuatro millones en condiciones de pobreza extrema y catorce millones en condiciones de pobreza a secas.

La preocupación se centra en que la inseguridad alimentaria no se presenta sólo en sectores vulnerables como el Chocó, sino que hoy en día este fenómeno afecta a muchos habitantes de sectores como Cazucá y el sur de Bogotá, donde hay familias que pueden pasar el día sin comer un solo alimento. [5]

Según el DANE, la línea de pobreza o costo per cápita a nivel nacional es de $208.404 pesos. En otras palabras, para el total nacional un hogar de cuatro personas será clasificado como pobre si su ingreso total es inferior a $833.616. En cuanto a la pobreza extrema, para un hogar compuesto por cuatro personas, serán clasificados como pobres extremos los que tengan un ingreso por debajo de $369.248 a nivel nacional. [Datos tomados del comunicado de prensa del DANE, Septiembre 15 de 2014- Pobreza monetaria y multidimensional]

Siendo serios, un hogar de cuatro personas con un ingreso por debajo de $370.000  (1,22 dólares/persona – día), no está en condiciones de asegurar una alimentación balanceada a sus integrantes y  por tanto,  la desnutrición infantil  al estar asociada con la desigualdad y la pobreza, es un problema que aún está lejos de ser resuelto en nuestro país.

La cara amarga de las soluciones

¿Qué están  haciendo los países desarrollados para revertir esta situación?
Una de las salidas inmediatas es la ayuda humanitaria, sin embargo conviene analizar detenidamente las implicaciones de este modelo.

Hay países como los Estados Unidos en los que  la ley ordena que el 75% de su ayuda alimentaria se entregue bajo la forma de alimentos producidos, procesados y empacados en su territorio. La comida enviada desde Estados Unidos ha salvado las vidas de millones de personas desde que el programa de alimentos para la Paz fue creado en 1954, pero las estrictas normas que establecen que casi toda la comida debe tener su origen en EE.UU. y ser enviada en barcos estadounidenses son, con mucha razón, duramente cuestionadas.

En la elaboración del presupuesto, el  presidente Barack Obama propuso una reforma de la ley en la que un 45% de los alimentos destinados a ayuda  solidaria pudieran ser comprados fuera de EE.UU. o que, en su lugar, se pudiera entregar dinero en efectivo a los necesitados, pero la propuesta no fue aprobada por el congreso.  [6. BBC Mundo, Agosto 2013]

Mantener un mecanismo de ayuda que favorece a los grandes productores de cereales concediéndoles  precios por encima del mercado y utilizar un medio de transporte que representa un 40% del gasto de la ayuda, no puede considerarse un  acto humanitario, mucho menos cuando grandes empresas se benefician de estas disposiciones. Comprar los alimentos a los productores locales aceleraría su llegada a quienes los requieren, es más barato y promueve la producción con mano de obra campesina lo que significa solucionar en gran medida  el problema de fondo; sin embargo, no es un argumento que convenza a quienes toman las decisiones. Estados Unidos sigue limitado por la ley en cuanto al monto que puede destinar a este tipo de esquemas. Un experto en seguridad alimentaria, Chris Barrett, de la Universidad de Cornell, dice que el país ha perdido la batalla frente al argumento económico. “En particular, se trata de una coalición de grandes empresas agrícolas que se benefician de las disposiciones actuales”, dice. [BBC Mundo Agosto 2013].

La asistencia alimentaria se convierte entonces en una trampa tan funesta como el hambre. Los cereales llegan a los países pobres a precios más bajos que sus productos locales y la competencia desigual  genera  efectos  perversos como el abandono de las tierras o la sustitución de cultivos como el trigo y el arroz por amapola o coca,  arruinando de paso a los agricultores y agravando el problema que pretende solucionar.

La seguridad alimentaria basada en el asistencialismo es un buen negocio para los gobiernos que dan y un paliativo para los que la reciben  pero crea dependencia, conformismo, ahoga la iniciativa local, limita el emprendimiento y perpetúa lo establecido. No hay innovación ni creatividad en estas prácticas, y se sostienen solo porque benefician a los dueños de los grandes capitales y de paso, alivian sus conciencias.


Organizaciones de ayuda humanitaria

En 1961 se fundó el  World Food Program,  WFP, o Programa Mundial de Alimentos, PMA. Este organismo es parte del Sistema de las Naciones Unidas y se financia con donaciones voluntarias. [7]. La visión de este organismo es la de un mundo en el cual cada hombre, mujer y niño tenga acceso en todo momento a la alimentación necesaria para llevar una vida activa y saludable.

Uno de sus principales objetivos es salvar vidas y proveer medios de subsistencia durante emergencias (inundaciones, terremotos, sequías, guerras o conflictos civiles), pero su objetivo de más largo plazo es reducir los riesgos y poner a las personas, las comunidades y los países en condiciones de satisfacer sus propias necesidades alimentarias y nutricionales.

En algunas partes de Kenia, el Programa Mundial de Alimentos ha sido pionero en implementar un proyecto para mejorar los cultivos y la capacidad de comercialización de los agricultores, alentándolos a formar cooperativas para darles mayor poder de negociación. El PMA les garantiza comprar parte de su producción para dársela a las personas que padecen hambre en otros lugares, por lo que el programa tiene un doble beneficio.

Una de las agricultoras beneficiarias de este esquema, dice que la mayor diferencia para ella es que a través de la cooperativa puede obtener créditos, algo que  no podía lograr anteriormente. Señala que ha mejorado su productividad agrícola y que su ingreso se ha incrementado.

El PMA tiene presencia en 80 países y  hace un buen trabajo mejorando la nutrición de millones de personas, tiene miles de empleados que se arriesgan para cumplir su misión y usa muchos recursos para promover sus campañas de concientización, pero algo debería cambiar en el mundo para que no fuera necesario despachar aviones cargados de comida para solucionar emergencias.

Innovación Social para atacar el hambre: soberanía alimentaria

Las fórmulas para combatir el hambre han evolucionado desde la caridad en su sentido más elemental y básico, hasta los movimientos trasnacionales que, aunque pretenden corregir los errores políticos y estructurales,  terminan prolongándolos y dándoles oxígeno. Hay ideas  funcionales como los bancos de alimentos, las donaciones de mercados en las iglesias, el  suministro de comidas en las escuelas, la capacitación a madres para la nutrición  y la lactancia, la donación de pizzas que cuestan un dólar, los recorridos para alimentar a los habitantes de la calle. Algunas de estas prácticas redundan en que los pobres obtengan la comida del día pero a la vez, una dependencia cada vez mayor del mecanismo para obtenerla.

En contravía con la idea de la seguridad alimentaria,  surgió La vía campesina, organización que acuñó la idea de la soberanía alimentaria. Esta organización que nació en Bélgica en 1993,  tiene actualmente su sede  en Yakarta, capital de Indonesia, y coordina agrupaciones de campesinos, pequeños y medianos productores, trabajadores agrícolas con y sin tierra, comunidades indígenas,  que defienden la idea de una agricultura familiar sostenible.

La Vía Campesina  [8] lanzó el concepto de la soberanía alimentaria en la cumbre mundial sobre la alimentación en 1996. La idea fue creciendo y actualmente es un movimiento popular global promovido por una gran variedad de sectores sociales tales como pobres de las grandes ciudades, grupos medioambientales, grupos de consumidores, asociaciones de mujeres, pescadores, pastores y otros muchos sectores. Además, cuenta con el reconocimiento de numerosas instituciones y gobiernos, entre ellos la FAO  y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

En la declaración de Nyeleni, formulada en Mali en 2007,  la soberanía alimentaria se definió  como el derecho de los pueblos a consumir alimentos nutritivos y culturalmente adecuados cuya producción, distribución y consumo tengan como base la sostenibilidad ambiental, social y económica, acceso y gestión de la tierra, el agua, las semillas, el ganado y la biodiversidad.

La soberanía alimentaria enfoca  el problema del hambre como una oportunidad,  tiene un profundo compromiso ético,  enfoque innovador, y se arriesga a proponer cambios que garanticen ingresos dignos para todos los pueblos a la vez que estimula a los consumidores para que controlen su propia alimentación y nutrición. No está centrada en la benevolencia y se opone firmemente a los agronegocios y las multinacionales que están destruyendo los pueblos y la naturaleza. Es un movimiento autónomo, pluralista y multicultural, sin ninguna afiliación política, económica o de cualquier otro tipo.

La soberanía alimentaria se presenta hoy en día como una de las respuestas más potentes  a las crisis alimentaria, de pobreza y climática. Y surgió porque el mundo la necesita. ¿Será posible que su fuerza resista  la presión de las grandes corporaciones y la violencia que genera la avidez por la tierra?


Bibliografía

[1] El Mundo – edición Julio 22 2014:

http://www.elmundo.es/solidaridad/2014/07/22/53cdda7122601dfc3b8b456c.html

[2] Organización Mundial de la Salud:


[3] Serie de informes sobre el hambre en el mundo- Panorama general – Programa mundial de alimentos  2006:

[4]  DANE – Pobreza monetaria y multidimensional:


[5] Al menos 5.000 niños mueren de hambre al año en Colombia
Periódico Portafolio, Diciembre 16 de 2011

[6] El dilema de como Estados Unidos debe repartir la ayuda alimentaria

[7] Programa mundial de alimentos:


[8] La vía campesina, movimiento campesino internacional:


[9]  2014, Martín Caparrós

El HAMBRE- Editorial Planeta