martes, 8 de septiembre de 2015

Fortaleciendo las capacidades de las comunidades para adaptarse al clima de manera sostenible

Por: José Luis Urrea, estudiante maestría en Gerencia para la Innovación Social (Icesi) con aportes de Luis Alfonso Ortega, Investigador de la Fundación EcoHábitats.


Las ‘cabañuelas’ hacen parte de una arraigada tradición campesina que buscan pronosticar la temporada de lluvia de todo el año, basándose en la cantidad de agua que cae durante los primeros días de enero. Esta práctica, sumada a la observación del paso de aves migratorias, la nubosidad que rodea el Volcán Puracé, entre otros indicadores biológicos, son las principales herramientas con las que cuentan los productores del departamento Cauca en Colombia para descifrar el caprichoso comportamiento del clima.
Sin embargo, en los años recientes las temporadas de lluvias son cada vez más irregulares en cantidad y frecuencia, las aves migratorias no siempre aciertan las condiciones climáticas, ni tampoco las nubes se comportan como antes; estos eventos, consecuencia de la variabilidad climática hacen el clima cada vez más difícil de predecir; las temporadas secas y húmedas ya no aparecen en el tiempo esperado y son más cortas o más largas de lo usual, afectando la producción de los cultivos, bien sea porque no reciben la radiación solar en el momento oportuno o porque la falta de lluvias, cuando no se cuenta con sistema de riego, seca la planta y disminuye los rendimientos.
No en vano, el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en su quinto informe de evaluación (AR5) señaló que las poblaciones más pobres son las más vulnerables al cambio y la variabilidad climática[1], pues los medios de vida en las zonas rurales dependen en gran medida de la agricultura, al tiempo que se prevé un aumento de los riesgos climáticos para este sector[2], que en su gran mayoría se localiza en la zona tropical, una de las principales afectadas por los aumentos en la temperatura.
Los escenarios más pesimistas informan de un aumento de hasta cuatro grados centígrados la temperatura promedio de la tierra para finales del siglo XXI, reduciendo dramáticamente el área para muchos cultivos que son sensibles a estos cambios; no en vano en regiones como el Cauca el cultivo de café ha tenido que ocupar zonas más altas (y por ende más escasas) buscando temperaturas más óptimas para continuar con su producción. Sin embargo, subir a las montañas los cultivos no es una práctica sostenible ni viable para todos los productores, y por ende se deben buscar otras medidas de adaptación al cambio climático más innovadoras.
Un análisis específico para el sector agrícola de la región andina realizado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (2013), determina que “se requieren políticas diferenciadas, como investigación en sistemas de producción campesina más adaptados a altas temperaturas, sequías y encharcamientos, para los productores rurales pobres altamente dependientes de la producción agrícola, ya que serían los más afectados ante el cambio climático”[3]. En el informe además, se menciona que en Colombia las regiones que se deben priorizar para implementar este tipo de políticas son el noroccidente de Cundinamarca, norte de Antioquia, oriente de Huila y nororiente del Cauca.
Manejando el clima desde la vereda
En este contexto, desde el año 2014 el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés) inició un proyecto en la zona rural del municipio de Popayán en el Cauca, de la mano de socios clave como la Fundación Eco Hábitats y la Fundación Pro Cuenca del Río Las Piedras para apoyar a las comunidades rurales de la cuenca de los ríos Piedras y Palacé en el proceso de adaptación al cambio climático, incrementar la productividad y el ingreso, y alcanzar la seguridad alimentaria y las metas de desarrollo de la comunidad.
Este enfoque, que también se aplica en otros países de Centroamérica, África y Asia, ha sido llamado ‘Territorios Sostenibles Adaptados al Clima – TeSAC” (en inglés, Climate-smart villages) y busca promover tecnologías y prácticas de adaptación, servicios de información climática, desarrollo bajo en emisiones, y planes locales de adaptación que provean apoyo y respondan a las necesidades de las comunidades. Todo esto, de una manera incluyente y participativa con la comunidad, con un importante enfoque de género y equidad. El TeSAC del Cauca se encuentra en la vereda Los Cerrillos, zona rural del municipio de Popayán.
Lo innovador de este proyecto radica en la construcción de abajo hacia arriba, en efecto espiral, y a múltiples escalas un proceso de adaptación planificada, a los principales impactos del clima sobre cada uno de los componentes (suelos, agua, ecosistemas, sistemas productivos, infraestructura) de su territorio, considerando la capacidad de adaptación y vulnerabilidad de cada nivel de esta escala: desde el predio hacia la vereda y de esta a niveles administrativos superiores.
La iniciativa busca además una transformación social de la comunidad, haciéndola consciente de la necesidad de implementar planes de adaptación al cambio climático que mejoren su resiliencia, y que los productores logren usar el clima a su favor, invirtiendo el esquema tradicional de sometimiento a las condiciones climáticas, y ser más proactivos frente a los fenómenos del clima en lugar de dar respuestas reactivas ya cuando solo queda atender el desastre.
El proyecto es una iniciativa a diez años, donde CCAFS además de aportar a su financiación, facilita las herramientas y tecnologías producto de la investigación de sus científicos en todo el mundo, y es la comunidad, en diálogo con los investigadores, quien decide que prácticas de agricultura sostenible implementarán en su territorio y de qué manera lo harán.
Gran parte de estas prácticas han sido probadas y validadas por miles de agricultores en todo el mundo, bajo diversas condiciones climáticas, socioeconómicas y agrícolas, como las Mesas Técnicas Agroclimáticas, una idea del TeSAC de Kaffrine en Senegal y adaptado en Colombia en tres departamentos a la fecha: Córdoba, Sucre y Cauca. Las mesas técnicas agroclimáticas son un espacio de diálogo entre actores del sector agropecuario en el cual mensualmente se reúnen para socializar los pronósticos climáticos provistos por los institutos meteorológicos, corroborar los pronósticos del mes pasado frente a las condiciones climáticas predominantes en la región y recomendar medidas adaptativas para los cultivos que ya se sembraron o los que se planean sembrar.
Esta actividad permite hacer pronósticos agroclimáticos a la escala que necesitan los productores, y les facilita el proceso de toma de decisiones; incluso en la Mesa técnica agroclimática de Córdoba, estas recomendaciones llegaron hasta el municipio del Chimá, donde unos cien productores de maíz se les recomendó mover la fecha de siembra, gracias a una sugerencia proveniente de los actores reunidos en la mesa técnica que pronosticaba que las lluvias se iban a retrasar. De los cerca de 150 productores que escucharon la recomendación, más de 100 la aplicaron, y en las semanas siguientes pudieron comprobar que la recomendación fue efectiva, al comparar los cultivos de ambos grupos, teniendo mejor desarrollo los que acataron la recomendación. En esta actividad participan socios clave como el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), la Corporación Colombiana de Investigación Agrícola (Corpoica) y gremios productores como la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce) y la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz). La idea es replicar este modelo en más departamentos del país.
Además de las mesas técnicas agroclimáticas en estas regiones de Colombia, durante el primer año de actividades se realizaron estudios de línea base en el Cauca, los cuales permitieron ‘tomar una instantánea’ del estado actual del territorio que permitirá comparar cinco años después con un segundo estudio que servirá para monitorear los cambios que se han producido y al final de la iniciativa se hará un estudio final para comprobar que la intervención produjo efectivamente mejoras en las condiciones de vida, conocimientos, actitudes, habilidades y prácticas de la comunidad.
La participación social en la adaptación es la estrategia más eficaz para lograr Territorios Sostenibles Adaptados al Clima, acompañado de una plataforma institucional que promueve una cultura de conocimiento e interpretación del tiempo y el clima. Para esto, se ha venido capacitando a los productores en la medición y registro de variables climáticas como precipitación y temperatura en sus predios, facilitándoles pluviómetros y termómetros que se instalan en sus fincas y que permite generar pronósticos y alertas agroclimáticas tempranas con base en redes locales de vigías del clima. Este proceso se ha venido adelantando en la cuenca del Río Piedras en el Cauca y se espera que para el TeSAC Los Cerrillos, se avance en su diseño e implementación en los próximos meses.
Creando planes locales de adaptación
Este innovador concepto que construye resiliencia desde la base con la posibilidad de ser escalable, se apoya en escuelas de campo, las cuales se constituyen en espacios de aprendizaje campesino a campesino, replica y multiplicación de medidas de adaptación. Los jóvenes juegan un papel importante en la sostenibilidad de esta iniciativa, por lo cual también se implementa una estrategia para lograr su vinculación en todo el proceso, a través del uso de la tecnología como son los Sistemas de Información Geográfica, el uso y aplicación de GPS, el diseño, edición y producción de fotografías y videos con enfoque informativo, y al mediano plazo la identificación de mercados incluyentes que les generen atractivos para seguir en las zonas rurales.
La articulación entre actores es parte fundamental de este proceso; empezando desde el ámbito local, que son las comunidades habitantes del TeSAC, las administraciones municipales y departamentales, las autoridades ambientales y diferentes organizaciones que realizan actividades al interior del TeSAC. Ellos se constituyen en la plataforma institucional y local que acompaña y da sostenibilidad al proceso; por su parte, los actores de ámbito nacional como el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé), universidades y organizaciones no gubernamentales brindan el soporte técnico, logístico y de contrapartida para lograr la implementación de las iniciativas. Finalmente, los centros de investigación adscritos al Consorcio CGIAR forman parte del ámbito internacional, que a través de CCAFS brindan soporte científico, tecnológico y financiero.
Próximos pasos
El concepto de TeSAC se ha venido implementando con éxito inicialmente en quince sitios del Este y Oeste de África y el Sur de Asia, y recientemente el Gobierno de Haryana en la India ha adoptado este modelo en otros territorios, ratificando su capacidad de ser escalable. En Colombia, la propuesta busca además que Los Cerrillos sea un sitio piloto para comprobar en el terreno la viabilidad y beneficios de las prácticas probadas, así como de los planes locales de adaptación, de forma que con el apoyo de instituciones públicas y privadas se pueda multiplicar el modelo en otras regiones de Colombia y de América Latina, a la par con los otros TeSAC que se implementaron en Guatemala, Honduras y Nicaragua, como parte del portafolio de intervenciones de CCAFS en la región.
Sin duda es un proceso a largo plazo, pero que ya está dando resultados en la búsqueda de fortalecer las capacidades de los pequeños productores para comprender y reaccionar con conocimiento a la variabilidad y desafíos del clima, para que implementen prácticas sostenibles que mejoren los rendimientos de sus cultivos y reduzcan su inseguridad alimentaria.




[1] ORTEGA, L.A.; PAZ-B, L. P. 2014. Manual para la formulación de planes prediales de adaptación a la variabilidad climática. Convenio 7200000325 Empresa Energética ISA SA – Fundación Pro Cuenca Río Las Piedras - Fundación Ecohabitats 2013.
[2] : Vermeulen SJ. 2014. Climate change, food security and small-scale producers. CCAFS Info Brief. CGIAR Research Program on Climate Change, Agriculture and Food Security (CCAFS). Copenhague (Dinamarca). Disponible en línea en: www.ccafs.cgiar.org
[3] CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical). 2013. Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático de la agricultura en la región Andina de Colombia. CIAT Políticas en Síntesis No. 13. CIAT, Cali, Colombia. 6 p.

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